Un juez federal no quiso entrar a interferir en el enredado asunto del 'lock-out', que podría dar un nuevo giro si el sindicato de jugadores presentase una querella por creer que está en contra de las leyes antimonopolio.
La NBA quería que este juez federal, Paul Gardephe, decidiese si esto es así y que su respuesta se produjese antes de que los jugadores puedan presentar una demanda antimonopolio, como lo hicieron los de la NFL durante el paro reciente en el fútbol estadounidense.
Sin embargo, según recoge 'espn.com', Gardephe se mostró reticente el miércoles a interferir en el caos laboral de la NBA, pese a que Jeffrey Mishkin, abogado de la NBA, calificó de "pistola cargada" la posible querella, que fue desestimada por el juez por considerar que estas advertencias son habituales en las negociaciones.
"Si ellos pusieron la pistola sobre la mesa, no está claro que tenga balas. Los tribunales desestiman las amenazas de litigios en el contexto de las negociaciones de contratos colectivos", advirtió Gardephe.
Por otro lado, después de unos días de polémica sobre una posible fractura dentro del sindicato de jugadores, miembros de su comité ejecutivo se reunirán esta semana para trazar su próxima movimiento, y fuentes comentaron a 'ESPN' que sería este jueves en Nueva York.
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